Ideas… Lunes
cívico Licett. ABRAZO EN FAMILIA.
ü Iniciaremos cantando los
himnos correspondientes. “Nacional y Del colegio”
El
nacimiento de las tortugas
Docente, narradora: Es la historia de tres hermanos
que estaban emocionadísimos. Habían tenido que esperar muchos días, pero por
fin, aquella noche nacerían las tortuguitas en la playa que venían observando
desde hace mucho tiempo ¡y su papá le iba a llevar a verlas!
Así que se levantaron cuando aún era de noche, tomaron las linternas, y fueron a la playa con mucho cuidado. Su padre les había hecho prometer que respetarían a las tortugas bebé, y que no harían ruido y obedecerían al momento, y ellos estaban dispuestos casi a cumplir cualquier cosa con tal de poder ver cómo nacían las tortugas. No sabían muy bien cómo sería aquello, pero habían oído, que las tortugas nacían en la playa a pocos metros del agua, y luego corrían hacia el mar; y todo eso les pareció muy emocionante.
Escondiditos y sin hacer ruido, sólo con la pequeña luz de una linterna muy suave, estuvieron esperando. Miraban a todas partes, esperando ver a la tortuga mamá, y casi se pierden la aparición de la primera tortuguita. ¡Era tan chiquitica! Se movía muy torpemente, se notaba que era un bebé, pero sin esperar ni a sus hermanos ni a la tortuga mamá comenzó a correr hacia el mar. Enseguida aparecieron más y más tortuguitas, y todas comenzaron a correr hacia la orilla.
Ellos seguían escondidos y quietos, observando el bello espectáculo de aquella carrera loca. Pero enseguida ocurrió algo que les pareció horrible: llegaron algunas gaviotas y otras aves, y comenzaron a comerse algunas de las tortuguitas. Desesperados buscaban por todas partes para ver si aparecía el papá tortuga y les daba un buen susto a aquellos pajarracos para defender a sus hijitos, pero no apareció por ningún sitio. Ellos siguieron observando todo con lágrimas en los ojos, y cuando por fin las primeras tortuguitas llegaron al agua y se pusieron a salvo de los pájaros, dieron un grito de alegría y celebraron juntos. Aunque los pájaros comieron bastantes tortuguitas, finalmente otras muchas consiguieron llegar a la orilla, lo que los hizo muy feliz.
Cuando volvían a casa, su papá, que había visto sus caras de preocupación y las lágrimas en los ojos, les explicó que las tortugas nacían así; la mamá tortuga ponía muchos huevos, escondiéndolos en la arena, y luego se marchaba; y cuando nacían las tortuguitas, debían tratar de llegar a la orilla por sus propios medios sin el apoyo de los padres ni de sus propios hermanos. Por eso nacían tantas, porque muchas se las comían otros animales, y no sólo en la arena, sino también en el agua. Y le explicó que las pocas que conseguían ser mayores, luego vivían muchísimos años.
De este modo se calmaron un poco, y se alegraron por aprender sobre las tortugas, pero mientras volvían a casa, sólo podían pensar en lo contentos que estaban de tener una familia, y de que tengan el apoyo de sus padres, tíos, primos y abuelos desde que eran pequeñitos, recibiendo amor, respeto, atención, cuidados y complacencias.
Así que se levantaron cuando aún era de noche, tomaron las linternas, y fueron a la playa con mucho cuidado. Su padre les había hecho prometer que respetarían a las tortugas bebé, y que no harían ruido y obedecerían al momento, y ellos estaban dispuestos casi a cumplir cualquier cosa con tal de poder ver cómo nacían las tortugas. No sabían muy bien cómo sería aquello, pero habían oído, que las tortugas nacían en la playa a pocos metros del agua, y luego corrían hacia el mar; y todo eso les pareció muy emocionante.
Escondiditos y sin hacer ruido, sólo con la pequeña luz de una linterna muy suave, estuvieron esperando. Miraban a todas partes, esperando ver a la tortuga mamá, y casi se pierden la aparición de la primera tortuguita. ¡Era tan chiquitica! Se movía muy torpemente, se notaba que era un bebé, pero sin esperar ni a sus hermanos ni a la tortuga mamá comenzó a correr hacia el mar. Enseguida aparecieron más y más tortuguitas, y todas comenzaron a correr hacia la orilla.
Ellos seguían escondidos y quietos, observando el bello espectáculo de aquella carrera loca. Pero enseguida ocurrió algo que les pareció horrible: llegaron algunas gaviotas y otras aves, y comenzaron a comerse algunas de las tortuguitas. Desesperados buscaban por todas partes para ver si aparecía el papá tortuga y les daba un buen susto a aquellos pajarracos para defender a sus hijitos, pero no apareció por ningún sitio. Ellos siguieron observando todo con lágrimas en los ojos, y cuando por fin las primeras tortuguitas llegaron al agua y se pusieron a salvo de los pájaros, dieron un grito de alegría y celebraron juntos. Aunque los pájaros comieron bastantes tortuguitas, finalmente otras muchas consiguieron llegar a la orilla, lo que los hizo muy feliz.
Cuando volvían a casa, su papá, que había visto sus caras de preocupación y las lágrimas en los ojos, les explicó que las tortugas nacían así; la mamá tortuga ponía muchos huevos, escondiéndolos en la arena, y luego se marchaba; y cuando nacían las tortuguitas, debían tratar de llegar a la orilla por sus propios medios sin el apoyo de los padres ni de sus propios hermanos. Por eso nacían tantas, porque muchas se las comían otros animales, y no sólo en la arena, sino también en el agua. Y le explicó que las pocas que conseguían ser mayores, luego vivían muchísimos años.
De este modo se calmaron un poco, y se alegraron por aprender sobre las tortugas, pero mientras volvían a casa, sólo podían pensar en lo contentos que estaban de tener una familia, y de que tengan el apoyo de sus padres, tíos, primos y abuelos desde que eran pequeñitos, recibiendo amor, respeto, atención, cuidados y complacencias.
Al regresar a
casa le brincaron encima a su mami agradeciéndole lo especial que ha sido la
existencia a su lado. Por eso ama a tu familia, valora lo que hacen por ti, y
brinda tu apoyo a quienes necesiten de ti… abre el camino del respeto y sigue
el sendero de la tolerancia y la comprensión familiar.
ü Finalmente
todos los niños de 5to “B” y la docente nos tomaremos de la mano y diré que
agradezcamos a Dios todos los días por tener cerca una familia que nos apoye
siempre. Y que dentro del colegio debemos querernos como una familia porque
compartimos momentos igualmente especiales.
ü Feliz
semana….
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