Venezuela en el ALBA.
La Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América se formó el 14 de diciembre de 2004, y se
formó como una iniciativa de integración para los países de América Latina y el Caribe, promovida
por la República Bolivariana de Venezuela, inspirada en el gran sueño de
nuestro Libertador, Simón Bolívar: “ver formar en América la más grande nación
del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”
El Alba tiene por objetivo la transformación de las
sociedades latinoamericanas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y
solidarias y por tanto está concebida como un proceso integral destinado a
asegurar la eliminación de las desigualdades sociales y fomentar la calidad de
vida. Así
mismo, preservar la autonomía e identidad
latinoamericana, fomentar la transferencia de tecnología y asistencia técnica,
priorizar a empresas nacionales como proveedoras de los entes públicos, enfrentar
el abuso de monopolios a través de mecanismos que aseguren una sana
competencia.
EL ALBA
se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovecha las ventajas
cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las
asimetrías entre los países.
Siendo Venezuela uno de los motivadores de la Alternativa Bolivariana para
las Américas, es lógico que uno de los aspectos más sobresaliente del ALBA sea
la integración energética de América Latina y el Caribe.
Para Venezuela la cooperación energética en el marco del ALBA no viene
propiciada únicamente por el interés de diversificar los mercados para nuestro
petróleo. Más bien viene dada por la convicción de que para alcanzar los
objetivos del ALBA debe apuntarse hacia una integración energética de los
países de la región que asegure el suministro estable de productos energéticos
en beneficio de las sociedades latinoamericanas y caribeñas. También parte de
la aspiración venezolana de lograr un proceso de transformación que limite el
rol de las empresas multinacionales petroleras en Latinoamérica y conduzca
hacia el control público de todo el sector energético de la región.
V.A: Moneda El SUCRE: El
Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE), que surge como una respuesta
necesaria a la crisis financiera mundial, y como mecanismo para la construcción
de la Nueva Arquitectura Financiera Regional. El SUCRE es un mecanismo de
cooperación, integración y complementación económica y financiera, destinado a
la promoción del desarrollo integral de la región latinoamericana y caribeña.
Entre sus ventajas más resaltantes tenemos: Uso de moneda local para pago de
importaciones. Eliminación de costos cambiarios. Reducción de costos
transaccionales. Reducción de tiempos de espera para pagos internacionales.
Reducción en costos de importación y precios más bajos para los consumidores. Se
han realizado operaciones comerciales canalizadas a través del SUCRE, entre
Venezuela y Cuba, y entre Venezuela y Ecuador.
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