lunes, 9 de mayo de 2016

Omar

Venezuela en el ALBA.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América se formó el 14 de diciembre de 2004, y se formó como una iniciativa de integración para los países de América Latina y el Caribe, promovida por la República Bolivariana de Venezuela, inspirada en el gran sueño de nuestro Libertador, Simón Bolívar: “ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria” 
El Alba tiene por objetivo la transformación de las sociedades latinoamericanas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias y por tanto está concebida como un proceso integral destinado a asegurar la eliminación de las desigualdades sociales y fomentar la calidad de vida. Así mismo, preservar la autonomía e identidad latinoamericana, fomentar la transferencia de tecnología y asistencia técnica, priorizar a empresas nacionales como proveedoras de los entes públicos, enfrentar el abuso de monopolios a través de mecanismos que aseguren una sana competencia.
EL ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovecha las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre los países.
Siendo Venezuela uno de los motivadores de la Alternativa Bolivariana para las Américas, es lógico que uno de los aspectos más sobresaliente del ALBA sea la integración energética de América Latina y el Caribe.
Para Venezuela la cooperación energética en el marco del ALBA no viene propiciada únicamente por el interés de diversificar los mercados para nuestro petróleo. Más bien viene dada por la convicción de que para alcanzar los objetivos del ALBA debe apuntarse hacia una integración energética de los países de la región que asegure el suministro estable de productos energéticos en beneficio de las sociedades latinoamericanas y caribeñas. También parte de la aspiración venezolana de lograr un proceso de transformación que limite el rol de las empresas multinacionales petroleras en Latinoamérica y conduzca hacia el control público de todo el sector energético de la región.

V.A: Moneda El SUCRE: El Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE), que surge como una respuesta necesaria a la crisis financiera mundial, y como mecanismo para la construcción de la Nueva Arquitectura Financiera Regional. El SUCRE es un mecanismo de cooperación, integración y complementación económica y financiera, destinado a la promoción del desarrollo integral de la región latinoamericana y caribeña. Entre sus ventajas más resaltantes tenemos: Uso de moneda local para pago de importaciones. Eliminación de costos cambiarios. Reducción de costos transaccionales. Reducción de tiempos de espera para pagos internacionales. Reducción en costos de importación y precios más bajos para los consumidores. Se han realizado operaciones comerciales canalizadas a través del SUCRE, entre Venezuela y Cuba, y entre Venezuela y Ecuador.

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